25-01-2008 Ayuntamiento de Madrid
Gallardón inaugura la III fase de este gran parque que une Moratalaz y Ciudad Lineal y beneficia directamente a 570.000 ciudadanos
Su ejecución está dividida en siete fases que aportarán al patrimonio verde madrileño 110 hectáreas, una superficie similar a la de El Retiro
Desde el inicio de los trabajos se han ejecutado 28,7 hectáreas, plantado 4.597 árboles y 27.892 arbustos, y construido 61 kilómetros de canalizaciones
La inversión ha ascendido a 5,3 millones de euros
El alcalde ha anunciado el inicio de la cuarta fase para el próximo otoño que, en dos años, permitirá experimentar al parque un aumento de su superficie actual superior al 50%
Si en el mandato anterior -entre 2003 y 2007- se plantaron 400.000 árboles, durante este mandato serán millón y medio, capaces de absorber, además, 9.000 toneladas de emisiones contaminantes
Cuando estén concluidas las siete fases que componen el proyecto, tendrá una extensión similar a la de El Retiro, 110 hectáreas. Por lo pronto y desde hoy suma 150.000 metros cuadrados más al haber inaugurado el alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, la tercera fase. Es la Cuña Verde de O’Donnell un “extraordinario ejemplo de la transformación de Madrid”, en palabras del alcalde, que viene a satisfacer una antigua demanda vecinal y que beneficia directamente a más de 570.000 ciudadanos de los distritos de Moratalaz, Ciudad Lineal, San Blas y Vicálvaro. Los residentes en los dos primeros, porque quedarán unidos por este pulmón verde; los de los otros dos -San Blas y Vicálvaro-, porque podrán acceder fácilmente a él.
La fase inaugurada hoy ha requerido una inversión de un millón de euros y ha supuesto la plantación de 1.753 árboles y 7.650 arbustos, la instalación de 50 bancos, y la creación de 21.775 metros cuadrados de paseos y de una red de riego de más de 17,7 kilómetros. Estas cifras sumadas a las de las dos primeras fases, que se llevaron a cabo a lo largo de 2006, arrojan un total de 28,7 hectáreas construidas, 4.597 árboles, 27.892 arbustos y 61 kilómetros de canalizaciones. Desde el inicio de los trabajos se han invertido 5,3 millones de euros.
Con el “afán de seguir impulsando su ampliación”, el alcalde ha anunciado el inicio de la cuarta fase para el próximo otoño. En dos años,-su conclusión está prevista para la primavera de 2010- se creará un auditorio al aire libre, que adoptará la forma de los anfiteatros griegos que aprovechaban las irregularidades del terreno, y el parque experimentará un aumento de su superficie actual superior al 50%. “Así, -explicó Ruiz-Gallardón- gracias a las 16,7 hectáreas sobre las que actuaremos durante los próximos dos años, la Cuña Verde de O’Donnell superará las 45 hectáreas”.
Integrar la naturaleza en la ciudad
La inauguración de hoy es para Ruiz-Gallardón, “un adelanto del ambicioso proyecto del Gobierno para integrar la naturaleza en la propia ciudad”. Dentro de ese proyecto el alcalde enumeró alguna de las actuaciones que ya están en marcha como el Parque de Valdebebas con sus 470 hectáreas; la ampliación del Parque Lineal del Manzanares con otras 200; o los parques de La Gavia y Juan Pablo II que suman más de 70.
Entre la espacios naturales de nueva creación Ruiz-Gallardón citó la Casa de Campo del Norte con 1.100 hectáreas; el Parque Forestal de Mercamadrid, con 19,4; el Pasillo Verde del Suroeste, el Parque Forestal del Noroeste o el Anillo Forestal, “que suman –detalló- 100 hectáreas repartidas en torno a la M-40”. “Cuando todas estas zonas verdes estén concluidas -añadió- Madrid será una de las ciudades del mundo que posea un mayor número de árboles en su espacio urbano, tanto en sus parques como en cada uno de sus barrios y calles”.
Las cifras lo ilustran bien. Si en el mandato anterior -entre 2003 y 2007- se plantaron 400.000 árboles, durante este mandato serán millón y medio, capaces de absorber, además, 9.000 toneladas de emisiones contaminantes. Un esfuerzo al que se suma la recuperación y mejora de las zonas verdes ya existentes, cuyo máximo exponente es el Plan Director de la Casa de Campo que supondrá la mejora de las 1.722 hectáreas de parque, la redefinición de los usos actuales y la introducción de otros nuevos.
“La inversión no sólo en términos económicos, que estamos realizando en el patrimonio verde de Madrid, constituye la mejor prueba del compromiso de esta ciudad en su lucha contra el cambio climático, al mismo tiempo que incrementa el legado que recibirán las próximas generaciones”./
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